¡Hola a atod@s! En esta ocasión vamos a hablar del Aloe attenuata, así que, sin más dilación, pasamos a describirla para que podáis identificarla.
Las hojas del Aloe attenuata son de color verde oscuro y posee un característico diseño de líneas blancas, las cuales le dan también el nombre de planta cebra. Es una planta pequeña que no llega a los 10 cms. Sus flores son pequeñas pero numerosas, de color blanco verdoso, y se van abriendo poco a poco, se desarrollan a lo largo de un tallo floral que surge del corazón de la planta. La floración se produce en los meses primaverales.
Tiende a crear múltiples hijuelos que nacen del tallo de la planta, apareciendo desde tierra unidos al tallo y siendo, ésta, la forma más común de multiplicación, retirándolos con cuidado y llevándolos a su nuevo lugar, donde crecerá una planta idéntica a la madre. Pero también produce semillas viables, aunque es una forma más lenta de reproducción.
Es una planta que prefiere la sombra o semisombra, y al igual que todas las suculentas el exceso de agua es dañino.
Puede ser confundida con el Aloe fasciata, pero se reconoce fácilmente debido a que el Aloe attenuata posee la parte interna de las hojas suave y sin ninguna marca.
No posee un sistema de raíces muy abundante, es decir, en esta especie las raíces son pequeñas y muy compactas y puede crecer con facilidad en sustratos con muy pocos centímetros de profundidad.
Y hasta aquí os dejamos con el Aloe attenuata. Esperamos que estéis disfrutando y aprendiendo con los distintos tipos de Aloes.